Seguramente ya te has dado cuenta de que este artículo va a ser muy especial. Hasta día de hoy hemos rezado por famosos vivos: Justin Bieber, Lady Gaga, Pablo Iglesias, El Rubius… que actualmente están en el ojo del huracán de los medios de comunicación y las redes sociales. Estos de la portada, ya no. Cada uno de estos increíbles hombres tiene un lugar especial en mi corazoncito. Pero hay uno que se lo tiene ganado con creces, para averiguarlo tendrás que leer el artículo completo.
Los tres tienen algo en común. Sí, son grandísimos actores. Pero resulta que también coinciden en que murieron en circunstancias muy tristes y complicadas.
Oremos especialmente por las almas de Heath Ledger, Robin Williams y Philip Seymour Hoffman
– Enrique Vidal Flores
Heath Ledger (28 años)
Según dijo la autopsia: «El Sr. Heath Ledger falleció como resultado de una intoxicación aguda por los efectos combinados de la oxicodona, hidrocodona, diazepam, temazepam, alprazolam y la doxilamina. Hemos concluido que la muerte es accidental, resultante del abuso de las prescripciones médicas».
Robin Williams (63 años)
«Después de meses y meses, finalmente pude ser específica sobre la enfermedad de Robin. Clínicamente tenía Enfermedad de Parkinson (EP), pero patológicamente tenía Enfermedad de Cuerpos de Lewy (LBD) difuso. Los síntomas predominantes que tenía Robin no eran físicos; la patología lo respaldaba con creces. Se mire como se mire, la presencia de cuerpos de Lewy le quitó la vida». Esposa de Robin Williams, Susan Schneider Williams. Lo encontraron ligeramente elevado del suelo colgado con un cinturón al cuello y al otro lado sujetado en la parte de arriba de un armario. Fuente: PSYCOlógicaMENTE en YouTube.
Philip Seymour Hoffman (46 años)
A Philip Seymour lo encontraron tirado en el baño de su casa en camiseta y calzoncillos con una jeringuilla colgando del brazo y junto a decenas de papelinas vacías y un vaso de plástico con agujas usadas. Según comenta el guionista Aaron Sorkin «No murió porque estuviera todo el día de fiesta salvaje o porque estuviera deprimido. Murió porque era un adicto».
Son historias fuertes en seres humanos con una marcada personalidad, un talento brutal y una capacidad de trabajo fuera de lo normal. Además, de que han sido y son grandes personajes públicos debido a su carrera actoral en cine y teatro.
¿Existe la vida eterna?
Para los católicos, sí. Creemos en la vida eterna después de la muerte. Dice el catecismo de la Iglesia Católica «El cristiano que une su propia muerte a la de Jesús ve la muerte como una ida hacia Él y la entrada en la vida eterna…» (Artículo 12, punto 1020)
Iré citando varios puntos del Catecismo para dar así argumentos de peso de nuestras creencias, fundamentadas en la Escritura y en la Tradición de la Iglesia.
La muerte pone fin a la vida del hombre como tiempo abierto a la aceptación o rechazo de la gracia divina manifestada en Cristo (cf. 2 Tm 1, 9-10). El Nuevo Testamento (…) asegura reiteradamente la existencia de la retribución inmediata después de la muerte de cada uno como consecuencia de sus obras y de su fe. La parábola del pobre Lázaro (cf. Lc 16, 22) y la palabra de Cristo en la Cruz al buen ladrón (cf. Lc 23, 43) (…) hablan de un último destino del alma (cf. Mt 16, 26) que puede ser diferente para unos y para otros.
Punto 1020 del Catecismo de la Iglesia Católica
Por tanto, nacemos para ser eternos, ya sea para ir al cielo junto con Dios y todos los santos, o al infierno lejos para siempre del amor insondable de nuestro Padre y Creador. Pero es que además, para llegar a estar con Dios, necesitamos llegar a Él totalmente puros. Para ello existe el purgatorio.
Los que mueren en la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su eterna salvación, sufren después de su muerte una purificación, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del cielo.
Punto 1030 del Catecismo de la Iglesia Católica
Esta parte es de especial importancia. Aconsejo que leáis el siguiente punto completo, porque explica a la perfección lo que pretendo con este artículo, que es rezar por las almas de Heath, Robin y Philip.
Esta enseñanza (la purificación final) se apoya también en la práctica de la oración por los difuntos, de la que ya habla la Escritura: «Por eso mandó [Judas Macabeo] hacer este sacrificio expiatorio en favor de los muertos, para que quedaran liberados del pecado» (2 M 12, 46). Desde los primeros tiempos, la Iglesia ha honrado la memoria de los difuntos y ha ofrecido sufragios en su favor, en particular el sacrificio eucarístico (cf. DS 856), para que, una vez purificados, puedan llegar a la visión beatífica de Dios. La Iglesia también recomienda las limosnas, las indulgencias y las obras de penitencia en favor de los difuntos…
Punto 1032 del Catecismo de la Iglesia Católica
En el purgatorio las almas que allí moran por tiempo limitado, sufren mucho. Saben que Dios existe, que pueden estar con Él, pero que no es posible hasta que se limpien sus penas. ¿Sabes qué? No pueden pedir por ellas mismas para que esas penas se reduzcan, solo pueden rezar por nosotros. Pero nosotros sí podemos pedir por esas almas todavía tan sufrientes. Por eso, me parece maravilloso que todos los que conocemos Rezamos Por Ellos, oremos especialmente por las almas de Robin Williams, Heath Ledger y Philip Seymour Hoffman. Solo Dios sabe dónde están ahora, y conociendo su infinita Misericordia y todo lo que nos ama, habrá hecho todo lo posible para llevarlos con Él.
La libertad del hombre
Un problema del ser humano, o no, es que es libre para decidir rechazar conscientemente a su Creador, el que le ama más que a sí mismo. Por lo que Dios no puede interferir en la libertad del ser humano, si yo decido pasar de Él la cosa está complicada. Nuestro Padre del cielo sabe jugar sus cartas, y puede atraer a esa persona alejada de la fe a través del testimonio vivo de una amiga, a través de una lectura motivacional o por la simple contemplación de la belleza de un cuadro o un paisaje de montaña tan hermoso que el alma se eleva sin saber por qué. La creatividad y el ingenio de Dios no tiene límites. Se suele decir que «El amor es creativo».
Es por eso que tenemos la capacidad de condenarnos solitos a pesar de los esfuerzos de muchas personas de nuestro alrededor, o incluso de las oraciones de gente que ni conocemos y viven en la otra punta del mundo.
Dios ha creado al hombre racional confiriéndole la dignidad de una persona dotada de la iniciativa y del dominio de sus actos. «Quiso Dios dejar al hombre en manos de su propia decisión» (Si 15,14.), de modo que busque a su Creador sin coacciones y, adhiriéndose a Él, llegue libremente a la plena y feliz perfección”(GS 17).
Punto 1730 del Catecismo de la Iglesia Católica
«El hombre es racional, y por ello semejante a Dios; fue creado libre y dueño de sus actos»
– San Ireneo de Lyon, Adversus haereses, 4, 4, 3
Además, me pregunto ¿por qué estas personas tan famosas y con tanto éxito llegan a caer en adicciones? En el caso de Robin Williams, padeció una enfermedad durísima, aunque quién sabe si fue parte de la consecuencia del consumo de drogas y la dependencia al trabajo que tuvo. Sea como fuere, una vida tan «feliz» no debería tener un desenlace tan amargo. Se supone que es una vida llena, en la que no carecen de nada o por lo menos de lo necesario. Pero es que como dice San Rafael Arnaiz Barón:
Dios está en el corazón del hombre…Yo lo sé. Pero mirad, Dios vive en el corazón del hombre, cuando este corazón vive desprendido de todo lo que no es Él. Cuando este corazón se da cuenta de que Dios llama a sus puertas, y barriendo y limpiando a todos sus aposentos, se dispone a recibir al Único que llena de veras. Qué dulce es vivir así, solo con Dios dentro del corazón. Qué suavidad tan grande es verse lleno de Dios. Qué fácil debe ser morir así. Solo Dios llena el alma…, y la llena toda.
– San Rafael Arnaiz Barón. Monje trapense (1911-1938)
Constantemente buscamos llenarnos de cosas, y cosas del mundo, cualesquiera. Porque el vacío en nuestro corazón es infinito, y solo Dios que es infinito Amor, lo puede llenar. «Como la cierva sedienta busca las corrientes de agua, así mi alma suspira por ti, mi Dios. Envíame tu luz y tu verdad: que ellas me encaminen y me guíen a tu santa Montaña, hasta el lugar donde habitas». (Salmo 42, 2; 43, 3)
Bueno, lo prometido es deuda. Voy a compartir con vosotros cuál de estos tres actores tiene un lugar especial en mi corazón… es Robin Williams. Será porque he visto más películas suyas, será porque vi seis veces Jumanji en el cine cuando era un renacuajo, será porque es un actor entrañable… no sé, siempre vi una luz especial en él y más al saber de su dura y larga enfermedad. Su mujer lo cuenta muy bien. Os recomiendo ver este vídeo. No tiene desperdicio.
Por todo esto, y porque tenemos la responsabilidad de rezar por los que ya no están con nosotros, rezamos especialmente por Heath Ledger, Robin Williams y Philip Seymour Hoffman, por la salvación eterna de sus almas.
Muy unidos en oración.